понедельник, 16 января 2012 г.

EL CAPÍTULO 68.


Mary-Inés examinaba en el espejo su vientre. El vientre era plano. Adoraba a su figura. En su aspecto a ella le gustaba todo - y hombros caídos, y la altura del pecho y la cintura estrecha, y que culo honesta, llena de curvas. Y, de hecho, no quería echar a perder el lujo de algún tipo de embarazo, pero fue la única manera de conseguir Nicolas. En mis sueños más salvajes que representaba sus matrimonio, y dado el hecho de que Nicolás no es la persona, y el vicepresidente del Parlamento argentino, y cuando una mujer inteligente, que ella misma, por supuesto, que se cree en el futuro podría convertirse en presidente. Mary-Inés se sentía en la parte superior. Sólo un poco, y era primera dama. Ambición agarró por los hombros y el estómago hecho corto, liso aspirado culo aún más reducido. Convertirse la esposa del presidente - está del ensueño más arriba? Mary- Inés sonrió a su reflejo, apretó su mano en la forma de la copa y brindaron con su reflejo.
- Para ti, Mary-Inés Cornejo Mejía, Primera Dama de Argentina! - Y se vació el "cristal".
Otra vuelta de tuerca en el espejo, se ajustó el maquillaje, y luego tomó el teléfono y marcó el número. Respondió de inmediato. Mary-Inés tocando nerviosamente las uñas esculpidas en la parte superior. Odiaba que esperar.
- ¿Por qué tan largo? - Le preguntó con severidad, cuando finalmente respondió. - Yo no estoy interesado a tus explicaciónes. Espero que esté listo? ¿Está seguro? No debe haber ningún solapamiento.
A juzgar por la cara contenta, y por cierto se ha extendido una sonrisa en su rostro, el hombre en el otro extremo le aseguró que todo estará bien. Ella colgó el teléfono. Sólo un poco, Nicolas, y estarás en mi red. Esposa del Presidente - que es sólo una pequeña parte de lo que me das.
Mary-Inés de nuevo miró en el espejo.
- Eres una milagra! - Se dijo a sí misma y se volvió hacia la puerta en un momento en que se abrió y entró Nicolás. - ¡Mi amor! - Ella gritó y corrió hacia él, levantó los labios un beso.
Nicolas separado la besó, y le arrojó una maleta y se echó en la cama sin quitarse la ropa y los zapatos. Mary-Inés se sentó junto a él.
- ¿Qué pasa? - Preguntó ella.
- No, - respondió Nicolas. - Sólo estoy cansado.
Sin embargo, no estaba cansado. Él era el maldito enojado. Lanzó un montón de veces que las mujeres que los estafados, engañados, y que nunca le importó que lo hacen sentir. Antonella, Antonella todo este maldito y destruidos. Ella lo dejó dos veces, ambas en el mismo momento en que abrió su corazón y estaba preparado para ella en todo, cuando se dio cuenta de lo que significa el amor y la familia, cuando todo se vuelve sencillo y claro, cuando la proximidad de los más queridos personas - una mujer querida y unos niños - constituyen la felicidad misma de que todo hombre sueña.
- Quieres, puedo hacer el masaje? - Mary-Inés abrió la cremallera de la chaqueta y sonrisa carnívora, comenzó a desatar el lazo.
Y el diablo tomaría esta Antonella, y todo lo relacionado con ella!
- Yo quiero! - De repente la agarró y le dio la vuelta, pisotearon en sí mismo. - Y no sólo había recibido un masaje!
Él se ha clavado en los labios Mary-Inés, pero haciendo el amor con ella, que vio antes de que su ex esposa.

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