воскресенье, 27 ноября 2011 г.

EL CAPÍTULO 45.


Martín salió del carro y caminó detrás de Nicolas. Se fueron a la recepción clínica.
- ¿Qué quieres hablar conmigo? - Preguntó Martín. Estaba nervioso. Charlar con su ex marido, Antonella no estaba en sus planes, y sólo para verlo a él también, no es un placer. Todavía no se ha olvidado de que la transferencia, donde se dio un beso a la novia, el futuro senador.
Nicolás suspiró. Esta conversación fue difícil para él, no sabía por dónde empezar. Y sin embargo, la felicidad Antonella era primordial.
- Martin, - dijo - Quería hablar con sus acerca de Antonella.
- ¿En serio? - Martin Sorprendido
- Sí. Antonella - una mujer maravillosa ...
- Sé que es maravillosa! - Martín lo interrumpió. - Es la mejor del mundo! ¿Eso es todo?
- No, no lo es todo. Yo diría que lo que sucedió a ti, nadie a quien culpar sino a mí mismo. Antonella inocentes.
Martin tensas.
- ¿Qué quieres decir?
Nicolás tomó una respiración profunda.
- Quiero decir que él le dio un beso porque él lo quería. Yo ...
- ¿Qué eres?
- La quiero. Me encanta hace tanto como 10, 20 años. Y ella te ama. Ahora sé con certeza.
- Bueno, - Martin miró a Nicolas. - Si es honesto, no esperaba. Hay que tener mucho coraje para abiertamente como este para dar a su novia la siguiente.
- No es caridad - Nicolas también abiertamente y Martin miró a los ojos. - Si yo hubiera dudado un instante en sus sentimientos, no sería para que nunca recibió. Ella es demasiado precioso para mí.
Hizo una pausa. Miró a que estaba de pie cerca de Antonella. ¿Cómo es hermosa, su vida, su amor! En el corazón de los traidores dolía. Lo que es un idiota! Gander! Porque ahora tiene las manos ha destruido todas sus propias, que la esperanza más miserables, que algún día seguirá siendo así. Nicolás se volvió hacia Martin.
- Cuida de ella - dijo. - Apenas se parece un fuerte .... Y la felicidad a vosotros en la vida familiar.
Nicolás se volvió y se alejó rápidamente.

Antonella miraba a los hombres. No oyó lo que dicen, y se puso aún más nervioso.
- ¿Qué está pasando? ¿Quién es? - Le preguntó su a señora Suárez.
Ella no sabía qué decir. Tal vez diga la verdad?
- Es Nicolás Cornejo Mejía. Mi ex-marido.
- ¿En serio? - La madre de Martin se sorprendió. - ¿Por qué viene?
- Usted ha oído el mismo: hablar con Martin.
Antonella no me gusta para explicar toda la situación la señora Suárez. ¿Y por qué habría de saberlo todo? Ese es su acuerdo con Martin. Ella volvió a mirar a los hombres. Su ex-marido y su futuro esposo. Así es a veces la vida impredecible! Se parece a un laberinto de largo, y nunca se sabe lo que espera a la vuelta de la esquina. Antonella miraba a Nicolas. Él le dijo algo a Martin. De repente se encontró a sí misma pensando que ella lo admira, su figura, su oscura, pelo canoso, que le encantaba tocar, y sus fuertes manos hermosas que están tan fuertemente la abrazó, sus labios de besos que le dio forma y sus piernas quedó a oscuras en los ojos. Ella admiraba a Nicolás, su ex-marido, a quien .... AMA. Antonella ha cambiado en la cara. Es que, para acabar? No, no puede ser! No debe ser! Y, sin embargo, así que ... no. Ella lo ama. Ama Nicolás Cornejo Mejía! Ese pavo relleno! Dios mio, ¿cómo ella lo ama!
Entonces se dio cuenta de que Nicolas se dirigió a la salida. Pasó por delante sin siquiera mirar en su dirección.
- ¿De qué estás hablando? - La pregunta Antonella que se acercó a Martín.
- Nos deseó una feliz vida familiar - dijo el hombre, y luego la besó suavemente. - Y ahora de vuelta a casa. Estoy tan aburrido!
Si él sabía que ella estaba llorando en ese momento el corazón de Antonella.

Mary-Inés estaba sentado junto al lecho de su padre. Desde entonces, salió de la casa, no hay casi nada ha cambiado. Apareció sólo el olor de las drogas y la enfermera de piernas largas en vestidos ajustados, de los cuales casi se cae el pecho.
- ¿Cómo te sientes? - Le preguntó Ignacio.
- Bueno, me siento, - gritó el viejo - y ese maldito doctor me impide levantarme.
- Y con razón - Mary-Inés tomó un vaso de agua por goteo y de nuevo la cantidad correcta de gotas, le dio su padre. - Eres demasiado débil. Beba.
Ignacio frunció el ceño. Él ya tiene estas gotas, píldoras, cápsulas y otras tonterías, que rellena todos los días.
- ¿Cómo son nuestros Nicolás? - Se volvió la conversación a su tema de interés.
Mary-Inés suspiró. Ella sabía que su padre siempre hace esta pregunta, pero aquí está la respuesta no lo era. Nicolás, aunque la noticia sobre el niño, pero la boda no tenía prisa.
- Todo está bien, papá, - dijo, dando a su voz segura y sonrió.
- Y cuando la boda? ¿Por qué en mi escritorio todavía no hay invitación?
Bueno, ¡todo! Comienza!
- Muy pronto, papá, muy pronto.
- Me han dicho que han pasado cinco años! - Ensanchado Dalgo.
- Sabes - para salir temprano, Mary-Inés - que ahora no tiene tiempo. La campaña electoral se recoge con él todo el tiempo, casi nunca está en casa. Una vez que se acabó, que inmediatamente le dirá la fecha de la boda.
Descontento Ignacio se rió entre dientes. Todo este procedimiento le molestaba. Las promesas eternas que nunca se ejecutan. Él necesitaba desesperadamente a fusionarse con una empresa de Cornejo Mejia.
- De inmediato aprendido algo - dijo, calmándose. - Antes he oído rumores de que Nicolas se prepara una especie de gran cosa. Que debo saber acerca de esta cosa todo.
- Nicolás no me dedique en sus asuntos ...
- Puedes hacerlo con el fin de dedicar! - Ignacio rugió. Y luego su rostro palideció de forma espectacular. Puso los ojos y empezó a caer de su lado.
- Papá, ¿qué te pasa? - Preguntó ansiosamente Mary-Inés y en voz alta le gritó: - ¡Doctor! ¡Rápido!
En Ignacio Dalgo tenido un accidente cerebrovascular.

Nico se situó en el cine "Hoyts" y nerviosamente pasó de un pie a otro. Llevaba un pequeño ramo de violetas, colores favoritos, Claudia. Se trataba de que estaba por venir. La sesión fue programada para comenzar en cualquier momento, pero las chicas no vino. "No has venido?" - Cruzó la idea de traición, pero Nico que conducía. Por supuesto, vamos! No puede venir. Y de repente, como si confirma su deseo, ella apareció. Claudia fue al edificio del cine y miró a su alrededor.
- Claudia! - Se llama Nico.
La chica se dio a la llamada y lo miró.
- Nico?
- Sí, soy yo. Hola. - Le entregó un ramo de flores.
- Oye, - respondió ella, tomando las flores. - ¿Cómo amable de tu parte. ¿Cómo sabes que me encantan las violetas?
Nico sonrió. Con mucho cuidado, considerado por él como si ella estudió.
- Carlo dijo. Venga y sea tarde. - Le ofreció su brazo a Claudia. Ella sonrió y lo tomó del brazo y entró en el edificio.
La película no era mala, pero Nico no interesaba lo que pasaba en la pantalla. Mucho más importante es que sentado a su lado. Su pelo rubio, cincelada figura, el olor de su perfume actuado en ella magnéticamente. El loco quería tocarla, por sus delgados dedos, el pelo giro suave, besar sus labios regordetes. Desde los altavoces se oía amenazar la música, era evidente que ahora la trama de algo que debería suceder. El protagonista estaba caminando por la galería oscura, y de repente de detrás de él repentinamente apareció monstruo. Claudia gritó y lo agarró del brazo. Él la estrechó en su mano, como si lo que implica que ella no tenía nada que temer. Ellos nunca se sentaba toda la película, de la mano.
Nico se ofreció a acompañarla a su casa. No le importaba.
- ¿Le han familiarizado con Carlo? - Claudia le preguntó cuando se metió en su coche.
- ¿Cómo puedo recordar - respondió el joven. - ¿Por qué me lo preguntas?
- Sólo me preguntaba. Todo es tan extraño y diferente para mí. Carlo nunca se habla de ti.
- Tal vez sea porque no había ninguna razón? - Nico sonrió.
- Tal vez - ella asintió con la cabeza. - ¿Qué estás haciendo?
- Estoy estudiando en la Universidad en el curso de graduación. Economista del futuro - lo dijo con un leve sarcasmo.
El resto del camino se quedaron en silencio. Sólo una vez Claudia explicó cómo llegar a la casa donde ella vivía.
Él la acompañó hasta la puerta. Se puso de pie y se miraron entre sí. La calle estaba casi a oscuras, y es tinieblas lanza un estado de ánimo romántico. Nico se acercó a la muchacha y agachó la cabeza. Él lo quería besarla.
- No, - dijo - no ... Buenas noches, Nico.
- ¿Te puedo llamar? - Le preguntó, cuando estuvo a punto de llegar a la puerta.
La chica se dio vuelta.
- Sí. Con mucho gusto - le cerró la puerta, y ella desapareció.
Nico pie durante varios minutos y luego se dirigió al coche. Él no está enojado, no besó a Claudia. Después de todo, todos ellos acaba de comenzar.
Silbó feliz y arrancó el coche.

EL CAPÍTULO 44.


Nico caminaba por el teléfono ya está a una hora y todavía no se decidía a marcar el número. Cerró los ojos por un momento imaginó el rostro de Claudia, una linda y femenina, con los ojos marrones mirar por debajo de las pestañas negro fascinado por su magnetismo. Nico abrió los ojos, suspiró profundamente y firmemente tomó el teléfono.
Ella no respondió directamente. Él ya está nervioso, ya la espera de la respuesta dada el corazón le latía más fuerte. Por último, el tubo se oyó un clic.
- Hola!
¡Diós mío! ¡Eso es! Su corazón estaba listo para saltar fuera de mi pecho.
- Hola! - Nico un gran esfuerzo para evitar que su voz sonaba alegre.
- Hola, - respondió Claudia.
Por ejemplo, un comienzo. El joven tomó aire y continuó:
- De ti, por supuesto, me sorprendió una llamada ...
- ¿Quién es?
- Mi nombre es Nico. Soy amigo Carlo.
- ¿Qué Carlo?
- Carlo Pequeño. Él trabaja en una corporación de Cornejo Mejia.
Nico oído en el susurro algo tubo.
- Hola! Claudia, ¿me oyes? - Estaba preocupado.
- Sí, - dijo la muchacha. - ¿Y qué quieres de mí?
- Reunirse con ti. Podrá reunirse, sentarse en un café o ir al cine?
Hizo una pausa. Nico parecía ser una eternidad antes de que ella comenzó a hablar.
- No sé - dijo Claudia - todo tan extraño y poco común. Y no voy a saber.
Nico se dio cuenta de que era vacilante, y sentía por él devuelve su valor valientes.
- Sólo tiene un motivo para reunirse, - dijo - muchos de ti Carlo me dijo, así que te sé un poco. Y cuando nos encontramos, aprenderás acerca de mí.
La muchacha comenzó a pensar de nuevo. Podía oír su respiración en el tubo y esperó tensamente. "Por favor consentimiento! Por favor! "
- Bueno, - en el pasado, dijo.
¡Uf!
- El sábado, vamos con una amiga en "Hoyts" para el estreno de "El ilusionisto". Si lo desea, añada - y se desactiva.
Nico ha puesto el tubo.
- ¡Sí! - Gritó, y levantó de un salto, casi hasta el techo.

- Mamá, no te olvides que hoy es el cumpleaños de Rita, por lo que permanecerá en la escuela - Lu salió y dio las últimas instrucciones a Antonella. A veces era muy aburrido. "Al igual que su padre," - sonrió y pensó Antonella.
- Por supuesto, querido. No se preocupe. Te recogeré a las cuatro.
Lu dijo adiós a su mano y corrió hacia sus compañeros de clase. Antonella miró detrás de ella, esperando que cuando su hija entra en la escuela, se convirtió el coche y se dirigió a la oficina.
La oficina estaba caliente, a pesar del hecho de que el aire acondicionado estaba encendido a todo volumen. Sobre la mesa prevaleció desorden habitual, un montón de papeles - contratos, presupuestos, facturas - que cubre casi todo el espacio. En la esquina había una ordenada pila de sobres, cuidadosamente llevado a su secretaria. Antonio tomó la mochila y comenzar a navegar. Sólidos facturas de servicios públicos, nada inusual, y de hecho ... .. Al final de la pila de establecer un sobre. No era nada, excepto su nombre. De repente se sintió un temblor en las rodillas. No de nuevo? La mujer abrió el sobre y se quedó sobre la mesa una fotografía de ella con los ojos perforados y las palabras en el centro. Antonella se sentó en una silla y miró fijamente a su imagen.
- Ya no es divertido - susurró. -. Alguien decidió jugar en un manto negro?
Se incluye el selector de llave, y llamó:
- Clara?
- Sí, señora? - Respondió la secretaria.
- Ahora descargar el correo?
- Por supuesto, señora. Como siempre.
- Alguien vino a nuestra oficina, mientras se había ido?
- No, señora. Sólo más limpio.
Antonella liberación y reflexivo. Parece que alguien decidió vengarse de ella. Pero ¿para qué? Ella no tenía enemigos, a excepción de que el pollo Mary-Inés. Ella sonrió, recordando lo que una persona que fue cuando irrumpieron en la casa y agarró a este pelo mymru. No, no lo es. ¿Quién entonces? Miranda? ¿Por qué haría esto? Se casó con un largo tiempo a causa de algún magnate y abandonó el país. ¿Quién más? Pero Antonella sin necesidad de excavación en la memoria. El número de sus enemigos, antiguos y actuales se han agotado. Y sin embargo sentía miedo. Es lento pero seguro robó y llena todo su ser. Nicolás dijo que debía tener cuidado. Tal vez esto que es? Pero ¿por qué?
El teléfono sonó fuerte, y Antonella, perdido en sus pensamientos, con la sorpresa saltó en la silla. Cogió el teléfono y dijo:
- ¿Hola?
- Ya tienes mi mensaje? - Susurró en voz baja del teléfono.
Antonella sintió un sudor frío.
- ¿Quién es? - Pregunta.
- Has sido una niña mala - respondió la voz. - Y serás castigado.
- ¿Qué quieres de mí? ¿Quién es usted? - Una mujer ya no ocultar las emociones y siguió llorando.
- Pronto vendré por ti - de nuevo la voz, dijo, y oyó una escofina calma, como una risa, desagradable, escalofriante.
En el tubo se oían bocinas, sirenas sonaron en el silencio de su cerebro.
Antonella miró el teléfono, y por un momento le pareció que tiene en las manos la serpiente venenosa. Ella se levantó con horror, y que, desaparecidos, cayó al suelo tirando de una unidad completa, que inmediatamente cayó con estrépito a su lado. "Tengo que llevar los niños!" - La primera idea que vino a ella en la cabeza.
- Señora, ¿estás bien? - La secretaria se asomó a la oficina.
- Sí, Clara, - Antonella lentamente a la realidad. - Voy a ir a Martin al hospital. Si hay algo urgente, me llaman por mi celda.
- Bueno, señora.

El médico levantó la mano, escuchando el pulso.
- Bueno, - dijo, refiriéndose a la satisfacción con el resultado, y miró a sentada al lado de
la pareja Suárez y Antonella - Creo que no hay más sentido para mantener Martin en el hospital. Su estado es satisfactorio. Y tú - suerte - se dirigió a Martín. - La supervivencia después de un accidente - no es cuestión de suerte, que están marcados por Dios. Y gracias a sus padres y la señorita hermosa. Gracias a su cuidado y oraciones que rápidamente se recuperó. Doy órdenes para preparar los documentos para ser dado de alta.
Con estas palabras, el médico salió de la cámara.
La señora Suárez lentamente llegó en una silla de ruedas para su hijo y lo abrazó. En una lágrima rodó por su mejilla.
- Mamá - Martin comenzó su tranquila - todo ha terminado. Pronto definitivamente voy a pararse sobre sus pies.
- Por supuesto, mi hijo - ella lo miró y le pasó la mano suavemente por el pelo - después de todo lo que son los más fuertes de mi.
Él sonrió y besó a su madre en la mejilla.
Antonella ayudó a vestirse a Martin, ajustando cuidadosamente la camisa sobre el mismo. En la sala se convirtió en una enfermera. Delante de él, que rodó un cochecito. Al verla, Martín protestó, diciendo que podría moverse de forma independiente. Pero Antonella se mostró inflexible.
- No olvide que usted todavía está enfermo - dijo.
En la sala se les dio la documentación necesaria. El día prometía ser alegre. Todo ha terminado. Martín sintió la facilidad sin precedentes recientes. A su lado estaban sus padres y la mujer que amaba. Sí, sí, queridos, no importa qué. Estaba increíblemente feliz. Antonella levantó la mano hasta que cayó el ascensor hasta el vestíbulo. El ascensor se detuvo, abrió la puerta y no vieron ....
- Bueno, no estoy demasiado tarde - dijo Nicolás, - Martín, me gustaría hablar con ti.

EL CAPÍTULO 43.


Nicolás no podía dormir. Miró su reloj. El reloj marcaba las tres menos cuarto. Se volvió hacia un lado y luego por el otro, pero un sueño, por desgracia, no fue a él. Cerca de silencio hablar gangoso Mary- Inés, y hasta un poco celoso de ella, que ella estaba durmiendo tan plácidamente y no le molesta. Y su preocupación y no dio sueño otra circunstancia. O nadie. Él era muy confusa, ya que todo es un caos en su cabeza. Nicolás cerró los ojos. Y como si la vida entera pasaba frente a él ...

... Nicolás interesa de inmediato por esta niña con una sonrisa abierta de un ángel, y azul improbable ojos y no veía su rostro sin maquillaje, decidí invitar a un restaurante.
- Entonces, mi padre debe enseñar a su hijo a sonreír - dijo la muchacha.
- ¿Quien enseñaría a esto al papá. ¿Puede ser Usted? ¿Puede, comenzaremos directamente anoche en la cena?
- ¿Qué?
- Podríamos cenar esta noche. Aquí está la dirección. Le esperaré allí ....


... - Y en tercer lugar - cerró los ojos, como tratando de recordar lo que olvidó? - ¿Qué pasa en la tercera? Oh, sí - él la miró, en serio - Yo también tengo miedo de lo que está sucediendo a nosotros, pero no puedo escapar de lo que siento. Te amo, Antonella. Te amo.
La muchacha sólo se desvaneció de su reconocimiento.
- Yo tambien te amo, - una voz apenas audible-susurró con una sonrisa de felicidad en los labios.
Nicolás se inclinó a ella para darle un beso.
- ¿Sabes - se detuvo a mitad de camino - nunca he besado con un payaso.
- ¿Y qué hacemos? - Le preguntó Antonella.
Pero en lugar de responder Nicolás se aferró a los labios ...


... - ¡Cómo me gustaría que esto fuera la verdad, - dijo a la mañana siguiente, Nicolás, estrechando en sus brazos a la muchacha durmiendo - Por mucho que me quería ...
Todos los fines de semana que pasaron en los demás, olvidándose de la realidad ...
- Yo soy tu esposa, - dijo Antonella a Nicolás en la playa - Antes de este aire y estas estrellas. Yo soy tuyo, Nicolás. Y tú eres mi ...


... - Te amo, Antonella y yo quiero a nuestro hijo. No quiero que nuestro amor era como velas en un árbol de Navidad. Velas que, luego se apaga, se enciende de nuevo. No quiero vivir el sueño que por fin estar juntos. Porque soñar, puede perderse el momento en que llama de una vela, finalmente se apaga, y la mano no puede ser un partido para volver a encender la vela ... yo más miedo ... Te amo .
- Yo tambien te amo. Siempre te amado. Toda mi vida he soñado sólo a ti. Toda mi vida fue la suya, y quiero ser tuyo. Deseo que siempre estábamos juntos. Quiero ser cerca de ti... Siempre. Cerca de ti. Te amo.
- Quiero que te conviertas en mi esposa ...
- Quiero que seas el padre de mi hijo ...
Sellaron su oferta reconocimiento beso ...


... Antonella en el vestido de la novia y una corona de flores silvestres en la cabeza ...
Nicolas toda festivo y feliz ...
- Quieres ser feliz? ¿Quieres?
- Sí, quiero ...
- Quieres que le aman?
- Sí, quiero ...
Y la sujeción del juramento pronunciado de la eternidad por el beso sagrado …
- Te amo - dijo Nicolas, mirando a los ojos de su ángel, su vida - un milagro.
- Te amo - en respuesta dijo que redujo Antonella, sin apartar los ojos azul cielo, que refleja su ángel, su vida es un milagro ...


... - ¡Idioto! ¡Cretino! ¡Ansar! ¡Mujeriego! - gritaba Antonella
- Te dije que estaba enmarcada - gritó en respuesta a Nicolás.
- No me digas cuentos de hadas, tonto! Si lo que vi, llamado "partido", entonces yo soy el Papa de Roma. No te atrevas a tocarme! No me toques! ¡Te odio!
- Ni en que no soy culpable ante ti. No te vayas, te ruego.
- No puedo quedarme, Nicolás - Antonella respondió con más calma - Has traicionado nuestro amor. Recuerde la historia de un ángel con un ala? Para despegar, se deberían adoptar con otro ángel. Has roto mis alas, Nicolás. Nunca seré capaz de volar. Adiós.
Y ella se ha ido ...


... - Buenos días, señor Cornejo Mejía! Usted es en un rato.
Nicolás se quedó desconcertado. No sabía qué hacer.
- Hola, Antonella - su confianza y la auto-complacencia desapareció en un instante - No te esperaba aquí ver....


... - Señor, el futuro senador, y ¿de qué raza prefiere -? Bípedos con pechos granes o inferior ...
... - Un pozo salió de aquí - Nicolás se levantó de su silla, agarró el brazo de Antonella y lo arrastraron por las ondas.
- Yo no voy a ninguna parte - comenzó a salir, pero es aún más le apretó la mano.
En el momento en que fueron congelados, mirando a los ojos y ..... excavado en un apasionado beso en los labios, como si tratara de aplacar su sed durante todos estos años ... ..


... De sorpresa cayó la bolsa de las manos y cayó al suelo, y yo yacía a su alrededor para estar en ella las cosas. Antonela se puso en cuclillas y comenzó a recoger el papel.
- Lo siento, - dijo Nicolás y se dejó caer a su lado.
Ayudar a Antonella, que, ya sea por accidente, ya sea especialmente tocó su mano, y en el mismo momento fue seguido por la corriente de descarga, lo que llevó a ambos en completo desorden. Se miraron unos a otros y se sintió un deseo irresistible de tocar uno al otro más fuerte y más audaz, y ya ha tirado sus labios para satisfacer ...
- Gracias por la ayuda, señor Cornejo Mejía - se levantó y abrazó a la bolsa en el pecho, como si temiera que Nicolas se dará cuenta de lo mucho que su corazón latiendo ...

... - ¿Ya has visto mi vida? - Todavía se acercó a ella. En sus labios había una sonrisa insidiosa.
- No sigo - ella se apartó de él, pero no tenía dónde retroceder. Él entró en sus brazos, y un segundo después sus labios se han fusionado en un beso ...


... - ¿Qué se debe su visita? - Le preguntó.
Ella estaba un poco confundido, ¿qué es más lo sorprendió.
- Vine a darle las gracias ...
... - ¿Por qué se callan?
- Martin se metió en un accidente. Todo es mi culpa ...
... - ¿Quieres, hablaré con él? - Pregunta .- Voy a explicar todo lo que le dicen que es incorrecto decir que todo era culpa mía.
Ella lo miró con los ojos llenos de lágrimas, y surgió en ellos la esperanza.
- ¿Estás seguro que hacerlo? - Le preguntó Antonella.
- Es cierto - dijo Nicolás ...
... Ella lo miró .... Cuando sus labios tocaron los labios Nicolás, Antonella dio ese beso con pasión, y de pronto su deseo ...


Nicolás abrió los ojos. Y entonces comprendió. Entendido. Finalmente y de manera irrevocable. Él la ama. Ama tanto que está dispuesto a darle a otro, aunque sólo se sentía feliz. Cada parte de su vida, y cada célula de su cuerpo, su corazón le dio. No permitirá que sufrir.
- Antonella, Te amo, - le susurró en el silencio, se rompió la sonrisa de los labios, y dormir en el mismo momento se cubrió los párpados.

EL CAPÍTULO 42.


Ana Barretti lindo coqueteando con su reflejo en el espejo. Adaptarse a la cabeza un sombrero elegante con un velo, ella sonrió de nuevo y se dirigió a la puerta principal. Su ruta de hoy era el camino al banco (que ya es desde hace muchos años vivía en el interés), y en el camino de regreso sería para ir a algunos cafés y café con el postre. Ella estaba sentada en su coche y se dirigió a la carretera.
Al llegar a la orilla, doña estacionó su camioneta y se dirigió hacia el edificio. El calor en la calle ha sido sustituido por los acondicionadores de aire fresco. La mujer fue a la ventana a la derecha.
- Buenas tardes, señora! ¿Cómo puedo ayudar? - Le preguntó ella sentada detrás de la chica del mostrador.
Anna explicó una empleada del banco que lo necesite, y comenzó a realizar la operación.
- Tía! Eso es una reunión! - Se escuchó detrás de élla. Donna se dio la vuelta.
- Dios te salve, Mary-Inés - sonrió.
Las mujeres se abrazaron y se besaron en la mejilla.
- ¿Cómo estás? - Le preguntó Mary-Inés.
- Bueno, mi querido. ¿Cómo estás? Como un padre?
- Como se puede ver. El trabajo ocupa una gran parte de nuestras vidas.
- Me voy a tomar café. ¿Compondrás la compañía Y hablamos - propone a Ana.
- Sólo tengo algo de tiempo libre.
En el restaurante de Víctor en esta hora temprana había poca gente. Sobre todo las amas de casa, que visitó una charla con una taza de café o té de hierbas, como la que haya participado en una casa de sus amigos. Ana y Mary-Inés tomó una mesa y llamó al mozo hecho la reserva.
- No ha llamado, María - dijo doña.
- Sabes, el padre exige un retorno completo al trabajo, a veces incluso popudrit la nariz una vez - con una sonrisa, dijo Mary-Inés.
- A medida que su salud?
- Cómo se dice. Cuando el peor cuando es mejor, pero se mantiene.
- Dale mis saludos.
- Asegúrese de pasar.
El camarero trajo el café y el postre, juego de la copa y se fue, y deseó a las damas buen apetito.
- ¿Cómo te va con su novio? - Preguntó Ana. Su larga interesados por esta pregunta. En su última conversación con Mary-Inés se quejó de que el novio no paga la atención suficiente.
- Muy bien. Yo soy muy feliz!
- Te dije que todo va a mejorar.
- Estoy embarazada - dijo Mary-Inés.
- ¿Serio? - Doña sorprendido. - Nicolas sabe?
- ¡Sí! Y fue en el séptimo cielo.
Fondos cubiertos de palma de tu mano y suavemente le apretó los sobrina.
- Estoy tan feliz por ti, cariño - dijo ella. - ¿Cuándo es la boda?
- No lo hemos discutido. Pero creo que dentro de poco. Nicolás establecido firmemente.
- ¡Enhorabuena!
- Me alegra ver mi restaurante es tan encantadoras damas - Víctor fue a las mujeres y se inclinó ligeramente. Sin embargo, fue siempre galante.
- Señor Victor! - Exclamó con alegría Ana. - Explorar, esta es mi sobrina, Mary-Inés.
- Estoy muy feliz!
- Siéntate con nosotros en la mesa - lo invitó a Mary-Inés.
Víctor le dio las gracias y se sentó en una silla.
- Usted llegó justo a tiempo, señor Víctor, - ha anunciado solemnemente doña.
- ¿Serio? Tiene tanto una mirada misteriosa.
Anna se inclinó a Víctor y en un susurro, dijo:
- Mi sobrina espera al niño. ¿Cuál, y? - Le guiñó un ojo a Víctor.
- Así que es una gran noticia! Champagne! A expensas del establecimiento.

Su tercer día, fue atormentado por la gota. Ignacio estaba en la cama y volverse loco por el dolor y la inactividad. Recientemente médico retirado, haciendo de él otra inyección y le recetó un par de tipos de medicamentos. El hombre dio la vuelta y se quejó en voz baja.
- ¿Estás bien? - La habitación parecía una enfermera.
- Sí, - dijo, y se mide la muchacha una mirada evaluadora. Amaba a los siguientes: jóvenes, de piernas largas, con una alimentación alta.
La muchacha se le acercó y se inclinó por lo que se abre la mitad de la mama, empezó a corregir la manta. Dalgo carnívoro sonrió y le pellizcó la enfermera por las nalgas. Ella se rió, sacudió ligeramente con el dedo a él y salió de la habitación, moviendo sus caderas.
De inmediato dejó de sonreír y tomó el teléfono.
- Soy yo, - dijo Ignacio, cuando en el otro extremo respondió - ¿Qué hay de nuevo?
Después de escuchar a su interlocutor, el hombre frunció el ceño y colgó. Los pensamientos giraban en su cabeza a un ritmo vertiginoso. Carrera política de Nicolás va cuesta arriba. Pronto la elección, pero su escaño en el Parlamento - la cuestión ya está resuelta. Negocio para los pequeños - se casara con él a Mary-Inés. Ella le dijo a Nicolás que estaba embarazada. Esto es muy bueno. Todo va según lo previsto. Su representante en la firma de Nicolás le dijo que iba a cometer algún tipo de gran cosa. Es extraño solamente, por qué Igansio no sabe nada de esto.

El mayordomo abrió la puerta, y voló hasta el umbral de una mujer.
- ¿Dónde está la gallina mojada? - Pregunta.
- Usted está hablando? - Le preguntó en respuesta al mayordomo. - Voy a llamar al propietario.
Antonella abajo en la sala de estar. ¿Cuántos años tiene ella no estaba aquí, pero las cosas no cambian, sigue siendo el mismo. El mismo sofá, sillas mismo, televisión. Como si no era el más de diez años.
- Mira quién otorgó a nosotros! - La voz de Mary-Inés le sacó de los recuerdos. - ¿Por qué viniste?
Antonella se volvió. A la vista de la novia de Nicolás con los puños apretados contra su voluntad.
- Sí, aquí, fue a conversar - dijo.
- ¿Sobre qué? - Mary-Inés fue a Antonella y desafiante miró a los ojos.
- Quería saber si viven aquí es el tema que asoma la nariz en sus asuntos.
- Si tienes un robo de cuartos de millón, entonces ....
Pero Antonella no dio Mary-Inés acabado. Ella agarró su pelo y susurró:
- Si no se callan la boca y que supondrá una amenaza para mis hijos y yo, alimentado su idioma perros. ¿Me entiendes?
- ¡Suelta!
- ¿Me entiendes? No puedo oír la respuesta.
- ¿Qué está pasando aquí? - Nicolás corrió hacia la mujer y comenzó a desmantelar.
- Esta idiota me amenazó - Mary-Inés, en libertad, nerviosismo enderezar su cabello.
- Eres la cizañera abyecta! - Gritó Antonella - Voy a llamar a todos mis dientes! - Y de nuevo se precipitó al oponente, Nicolás apenas logró agarrarla.
- ¿Qué te pasa? - Empezó a cerrar. El boxeo de mujeres comenzó a actuar en sus nervios.
- Diga a esta escritora que si volvió a enviar algo por el estilo, voy a sacar el cuero cabelludo cabeza.
- ¿Qué quieres decir? Nada de lo que no le envió. Tienes la cabeza bien?
- Sí, vamos a ir de ti - Antonella se escapó de las manos de su ex-esposo y comenzó a revolver en su bolso. - ¿Qué es esto? - Se lanzó sobre Mary- Inés.
Mary-Inés tomó el sobre y lo entregó en sus manos, entonces lo miró y le sacó una fotografía.
- ¿Es una broma? - Pregunta.
- Eso tiene que preguntar - Antonella rompió.
- Vamos, déjame aquí - Nicolás sacó un sobre de manos de la novia y comenzó a considerar. - ¡Qué extraño - dijo al fin.
Antonella se volvió lentamente hacia él.
- ¿Qué extraño, Nicolás?
- Tengo la sensación de que yo había visto algo similar.
- ¿Viste?
- Sí. Recuerde Arthuro? Bueno, que me disparó?
- Claro que me acuerdo.
- Oye, esto es lo que está diciendo ahora? - Enclavado en la conversación, Mary-Inés, pero no parecía escucharla.
- ¿Estás diciendo que fue él? - Sorprende a Antonella, dijo. - Pero él también murió hace muchos años.
- Lo sé. Sin embargo, esta dotación, y las manchas en él y su foto ... .. Le aconsejaría que tuviera cuidado.
- Mete los consejos ya sabes, dónde?! - Antonella rompió.
Agarró su bolso y salió corriendo de la mansión.