пятница, 4 ноября 2011 г.

EL CAPÍTULO 25.

¿Sí que este tal? Antonella un tercer día no podía ir tirando. Se dibuja un nuevo proyecto, son entabladas las negociaciones, y todo no puede conceder de ningún modo el presupuesto a los esponsores. En los ojos rizaba ya de las columnas infinitas de las cifras. Como hundido en el ordenador, ella no ha notado, cómo la puerta en el gabinete se ha abierto, y alguien ha entrado.
- ¡Buenos días! – ha oído la voz femenina.
Antonella ha levantado los ojos del teclado y ha mirado en que ha entrado. En la mujer se sentía claramente la raza, era cuidada, bien puesta y se tenía con dignidad grande que limita con la arrogancia. Los cabellos oscuros ondulados chorreaban por los hombros, el maquillaje hábil subrayaba la belleza natural, el andar hablaba sobre lo que en pasado la mujer se ocupaba completamente probablemente de la coreografía. Sin esperar la invitación, la invitada se ha sentado en la butaca, que está a la mesa, y ha puesto el pie al pie. Antonella ha sentido la hostilidad y la sensación extraña que sabe de donde a esta señora.
- Mí no oía, cómo habéis entrado. ¿Que puedo ayudar?
- Podéis y mucho. Vea Usted., mi asunto a Usted, señora Piovano, muy delicado, y espero su honradez y su comprensión.
Esta declaración parece a Antonella ridículo. ¿Sobre que asunto va el habla? ¿Que pasa?
- Le escucho con atención.
La mujer se ha levantado de la butaca y ha dado una vuelta por el gabinete, habiendo parado cerca de la ventana, se ha vuelto y ha continuado:
- Dentro de unos días a mí en las manos ha caído el documento muy interesante. En ello la historia de la vida de un nuestro con Usted de la conocida general.
- Señora, tengo basta tiempo. ¿No podríais más rápidamente exponer lo que queréis decirme? – La mujer le llamaba ya no simplemente la hostilidad, y la irritación que sobresale claramente. ¿– a propósito, quien Usted? ¿Cómo se llama?
- Me llamo Mary-Inés Dalgo. Soy la novia del señor Nicolas Cornejo-Mejia.
¡Ah, aquí en que el asunto! Ahora se ha acordado de ella. Las revistas con los artículos sobre la vida laica del Buenos Aires estaban abigarradas periódicamente por las fotografías de Nicolas, en muchos de ellos él era con las mujeres, más a menudo con esta.
- ¿Que quiere de yo?
- Quiero, - Mary-Inés ha vuelto a la mesa y ha mirado es fijo a Antonella, - quiero que deje en paz a mi novio.
¡¡Eso es!! Significa, esta hermosura teme de perder así a Nicolas, y junto con él y su mil miliones que ha llegado a pedir a su ex esposa dejarlo. Antonella sin ganas solta una risotada, que ha asombrado mucho a la interlocutora.
- ¿Que ridículo? – Ha preguntado aquella.
- ¡Todo! – ha respondido Antonella. – Si usted no en el curso, mi querida, le diré. Vea Usted., nosotros con el señor Cornejo-Mejia hace mucho tiempo en el divorcio, por eso temer a Usted tiene nada que.
- ¿Pensa así? – La mujer de nuevo ha dejado caer en el sillón. – y a mí a esta cuenta otra opinión.
- Y bien, lo repartan así. Es muy interesante escuchar que usted allí a él han inventado.
- No he inventado, señora Piovano. Todo el país veía su beso con mi novio.
¡No, esto ya en aucuna puerta! Uno y medio el mes ha pasado, las pasiónas han tranquilizado, la prensa la ha dejado de sacar, y había de repente esta "novia" y levanta de nuevo tan odioso a ella el tema.
- ¿Si costaba esperar tan largo, señorita Dalgo?
- Valía la pena, todavía como valía la pena. Como he dicho ya, dentro de unos días se me ha dejado ver el documento curioso. La historia de la vida. Su vida, Antonella.
- ¿Por mi? – Ahora ha llegado a asombrarse de las colas de Antonella.
- Por su. Era muy interesante conocer los detalles de su biografía. Pero lo más posible era interesado por un detalle.
- ¿Que? – Antonella ha sentido, cómo se han esforzado todos sus músculos, y el corazón es loco ha sido clavado.
- Resulta, Nicolas tiene una hija, pero papá feliz no sabe esto.
El corazón se ha parado y se ha apretado en una pequeña bola, se ha cubierto de arriba por la corteza de hielo que no deja pasar los rayos solares.
- ¿Que quiere Usted?
- He dicho ya, quiero de que. O dejaréis en paz a Nicolas, o le contaré su misterio.
- ¿Que esto le dará? – Todo su ser ha sido llenado el desprecio a la mujer que está al contrario, tal hermoso y tal implacable. ¿– de veras pensáis que Nicolas, habiendo conocido sobre esto, se quedará con Usted y no querrá ser cerca de la hija?
- Vea Usted, Antonella, en primer lugar Usted no quiere que Nicolas conozca sobre esto, de otro modo ya hace mucho le contarían de la hija. Pero esto todavía no todo.
¿No existe? ¿Que todavía la espera? ¿Que golpes ha preparado para ella la vida esta vez?
- Todo de Usted saben, cómo el businessman honesto. – ha continuado Mary-Inés. ¿- pero si siempre erais tal?
Antonella ha sentido, cómo se ha mareado la cabeza, y todo se ha puesto a nadar ante los ojos. Lo que Nicolas conoce sobre Lu, era no tal terrible, en comparación con que ha hecho. En el instante de Antonella ha vuelto en hace 8 años. Doña Lucrecia ha dejado a ella no sólo el fondo de la cultura, pero también algunos documentos y los enlaces. A aquel año el asunto cerca del fondo iban peor imposible. De los pies se ha perdido, encontrando a los esponsores, pero nadie quería dar dinero a tal esfera inestable, como la cultura y el arte. Ya encontrando en la desesperación, se ha acordado de repente de los documentos y de las personas, con que
донья la ha presentado un poco antes de la muerte. Los documentos le han dado el acceso a un político conocido, con que ayuda ha recibido el apoyo adicional del gobierno; las personas se encontraban a los hackers y después algunos el tiempo han hecho a su muy rico, habiendo traducido de la cuenta de la corporación de Nicolas a otra cuenta, claro, al testaferro, muy la suma considerable. La investigación aquel año así ni a que no ha llevado, los raptores no han encontrado, pero es cuántas noches ella ha pasado sin sueño, estremeciendo ante cada susurro y temiendo aun por, y por los niños. Y aquí ahora, después tantos años, esta historia ha emergido no la superficie.
- Podré comunicarme con él. ¿Comprende Usted? – Antonella ha susurrado casi estas palabras, puesto que la garganta se ha resecado de los recuerdos que han afluido.
- Comprendo, - ha saludado en la respuesta Mary-Inés, - sino también Ud me comprendan. Amo mucho Nicolas. Usted es su pasado. Yo soy su futuro. Conmigo él es feliz. Y no quiero que algo esté entre nosotros.
- No se preocupe Usted. Somos vinculados a Nicolas ahora solamente por el trabajo. En el resto él por completo su.
- Le creo, - la mujer de nuevo se ha levantado de la butaca y se ha dirigido ya a la salida, en el umbral se ha vuelto, - Y recordáis, si Nicolas no es mi, Usted es esperados por la cárcel. Piensen en los niños. ¿Con quién se quedarán?

Oído parecía increíble. La bola se ha quedado en la garganta. Antonella comprendía que ha hecho el acto más aborrecible en la vida. Era la delincuente ordinaria, porque ha robado. Sin embargo por todo en la vida es necesario pagar, y aquí ahora ha llegado su turno pagar los pecados. Sí, podía simplemente llegar a Nicolas y pedirle de dinero, él no renunciaría, pero el orgullo maldito le ha impedido hacerlo. La herida de su traición no se ha cicatrizado por completo, y los niños pedían comer, era necesario pagar el colegio para Nico, la niñera para Lu, el apartamento y todos los pagamentos acompañantes. Ha vendido todas las joyas, pero dinero bastaba por poco tiempo. Paula ayudaba, como podía, sino también esta ayuda aunque traía el alivio, pero no daba con todo la estabilidad. El fondo exigía las inversiones, las acciones pasadas se derrumbaban una por otra, los enlaces de doña Lukrecia a do no ayudaban – quieren exitoso, con los infortunados nadie quiere tener que hacer. Con Paula ellos mucho tiempo pensaban, cómo encontrar dinero, y cuando ya Antonella iba a cerrar el fondo, se ha acordado de los documentos …
¡- ¡Diós mío!, ayuda, - ha gemido Antonella, las lágrimas han comenzado a gotear de sus ojos. Hará todo que Nico y Lu conozcan nunca que tal la miseria. Esto ha decidido todo.
Mary-Inés ha dicho correctamente: debe pensar en los niños. Nicolas no se hace el obstáculo de ella, no destruirá más de su vida. Por eso la tarea principal es ahora para ella - devolver Martin y casarse con él lo más rápidamente posible, entonces sus hijos serán protegidos. Con este pensamiento ha tomado teléfono móvil y ha marcado el número preferido.

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