понедельник, 7 ноября 2011 г.

EL CAPÍTULO 30.

Señor Alyaga adoraba a su restaurante. Otro muchacho, que trabajaba en el bar de su padre como un recadero y secretamente soñaba con que algún día iba a abrir su propio restaurante, que se reunirá cada uno de sus invitados y para desearle buen provecho.
Los alimentos y su proceso de preparación siempre le ha fascinado su misterio y la libertad de expresión. Estaba seguro - y nadie va a convencerlo de que esto - que el cocinero - es un talento dado por Dios. Los alimentos cocinados con el alma, se calienta y se llena toda la esencia de la alegría y la paz. Creación de un menú diario para el día siguiente, estaba en cada uno de sus platos trajo el remate del chiste, que saltó a la fama del chef muy imprevisibles cuya cocina combina un incongruente: picante y el hogar, y fue del agrado de los gourmets y amantes de la comida sencilla, cordial. Los clientes de sus restaurantes estaban todos los grandes y pequeños, que le gusta un ambiente tranquilo para disfrutar de una excelente comida.
No recoja a sus propios hijos, señor Alyaga prestado especial atención a los menús de los niños, los jóvenes visitantes interesando el título original y la decoración de platos. Muchos niños crecen y adquieren sus familias, llevó a su restaurante a sus hijos. Víctor pensó que el mayor elogio de su casa.
La favorita más principal del señor Alyaga era, claro, la hija de Antonella - pequeña Lu. Podía pasar horas mirando a él y escuchar sus historias sobre la escuela y los amigos cuando ella estaba comiendo con gusto panqueques con mermelada, con un vaso de cóctel de fresa. Pero hoy se fue a ver, no le de buen humor, en el que se mantuvo casi siempre, sino todo lo mismo vicio versa - obviamente algo deprimido. Se acercó a ella, un gesto familiar, agitó la mano y la llevó a su pequeña en la palma.
- ¿Qué pasa, princesa? - Le preguntó.
- ¡Oh, tío Víctor, si usted supiera lo que el dolor había caído sobre mí - se sentó a la mesa, alisando los pliegues de su vestido.
El tono en que se dijo esta frase, sorprendido a Alyaga. Desde el día en que el ángel se le apareció en su casa y comenzó a vivir en el barrio, movidos por el Presidente de la movilidad y la naturaleza alegre. Y aunque con el tiempo Lukrecia era más reservado y serio, siempre se mantuvo abierta y la chica buena, bromista y travieso, que vivía en su alma, ya veces la fuerza su salida, no permitiendo que los adultos a vivir una tranquila vida medida.
Una tarde, Antonella descubrió que Lu no está en su cama. Ella levantó las orejas toda la casa, llamó por teléfono a los amigos, los hospitales, la policía, pero la niña no estaba allí. Víctor, junto con Anna y Nico han ayudado y apoyado a la madre inconsolable, que bajó sus pies, en busca de su hija de desaparecidos durante la noche.
Él encontró al bebé en la mañana en la azotea de la casa donde ella estaba durmiendo pacíficamente, apoyado en la ventilación de túneles. Antonella falta poco no es suficiente, cuando Víctor llevó a su hija durmiendo. Cuando, después de Lu se le preguntó qué estaba haciendo en el techo, dijo que antes de ir a la cama miró por la ventana, y le gustó tanto el cielo estrellado, que quería examinarlo más de cerca, subió al techo y no se dio cuenta que se quedó dormida.
Y ahora ella se le acercó y le dijo que ella tiene una preocupación.
- ¿Me contarás? - Una vez más le preguntó.
- Yo estaba muy preocupado por Nico y su madre - sus grandes ojos marrones se llenaron de lágrimas.
- No llores, princesa. Ahora voy a conseguir que un batido ...
- Con una paja? - Pregunta, atrayéndolo una mirada llena de esperanza.
- Con la paja - sonrió - Y me contarás todo.
Ella asintió con la cabeza.
Mientras que Víctor se fue para un cóctel, Lu visto por los visitantes. Eran pocos. Llamó la atención sobre dos hombres que estaban sentados cerca de ella. El que estaba sentado a su rostro, parecía familiar. Trató de recordar donde vio a esta señora, pero no pudo. Y sin embargo, su rostro, cabello oscuro y ojos marrones de alguien a quien recordó.
- Y aquí está su bebida - Señor Alyaga regresó y se coloca frente a ella un vaso de leche y bebidas de chocolate. - Con una paja.
Ella sonrió tristemente y tomó un pequeño sorbo.
- Nico con su madre constantemente juro - comenzó su historia.
- Porque a veces, princesa. La gente pelea, a continuación, hacer la paz.
- Pero no es sólo la lucha. Una vez que los escuchó. Sé que esto es malo, pero lo hacen en voz alta.
- ¿Y qué has oído?
- Nico dijo que odiaba a su padre y la madre respondió que no se atrevía a decirlo. Quiero decir, ¿qué significa esto?
- No realmente - ha mentido Víctor.
- El Padre de Nico está viva. Mi papá está vivo! Mamá me deje engañar.
Víctor era la primera vez que no sabía qué decir. Su historia niñas aturdido y llegó a la conclusión de que ella lo hizo. Antonella se dedica a su secreto, y tuvo que mentir una vez más a esta niña, a quien amaba con todo mi corazón, y lo deprimía.
- Creo que te equivocas, princesa ...
- ¡No! - Rompió Lu - Mi papá está vivo! ¡Lo sé! Y usted sabe. Y se burló de mí. ¡Te odio! Tome su cóctel estúpido.
Ella apartó el vaso, por lo que casi le echaron de todo el contenido, saltó de su silla y corrió hacia la salida.
Alyaga y permaneció sentado, el lugar afectado. De pronto se dio cuenta de que de inmediato tiene que hablar con Antonella. Levantándose de su silla, había una marcha inestable de un anciano entró en su oficina.

Комментариев нет:

Отправить комментарий