четверг, 10 ноября 2011 г.

EL CAPÍTULO 34.


Al abrir la puerta, Antonella sintió olor fragante de café. Estómago respondió de inmediato salvaje desagradable, como un recordatorio de que desde el día que no comía nada.
La cocina estaba llena de doña Anna, tarareando algo. Viendo Antonella, sonrió.
- ¡Buenos días! - Acogió con beneplácito el recién llegado doña.
- Gracias que ha cuidado por Lu, doña - la mujer respondió cansinamente.
- Somos vecinos y deben ayudarse mutuamente. Ahora que derramaré sobre vosotros un poco de café.
Mientras Anna se vierte una bebida en las tazas, Antonella frotado en un cuello de asiento corrido. Noche de insomnio se hizo sentir. Por la mañana fue sustituido por el señor Sánchez. Por la noche no quería irse, pero Antonella lo convenció, y explicó que su presencia no cambia nada y sólo añadir a su experiencia adicional. Pero tan pronto como el nuevo día entró en su propio derecho, el padre de Martin estaba en el hospital y casi la empujó de vuelta a casa, ya que estaba cansada, y se comprometió a llamar inmediatamente si algo cambia.
- Y aquí está el café - Doña Ana ha fijado la taza.
Disfrute de un líquido espeso y dio lugar a sentimientos de Antonella. Hoy será un día difícil. Es necesario hablar con Nico, y una nueva reunión en la sede de campaña de Nicolás. Hasta el final de la campaña fue sólo personal, sino que ella estaba esperando esto tanto como cualquier cosa en su vida.
- ¿Cómo Martin? - preguntó Anna.
- Todavía no se ha recuperado la conciencia. Los médicos dicen que su condición se ha estabilizado.
- Esperemos y orar por él. Me voy.
- Gracias una vez más.
Antonella pasó doña, y luego fue a la habitación de su hijo.

Nico ya está despierto, pero aún estaba en la cama cuando entró Antonella. Al ver a su madre, se puso de pie y empezó a vestirse.
- Buenos días, hijo. Date prisa en alguna parte? - Ella lo miró con atención para no perderse un solo detalle, ya se trate de engañar o decir la verdad.
- En la Universidad. Quiero llegar temprano a repetir la conferencia - mintió descaradamente a Nico, mirándola a los ojos.
Antonella sonrisa, una sonrisa, esto no era bueno.
- Así que, señor Gómez me mintió?
- ¿Qué quieres decir? - preguntó con incredulidad a su hijo.
- Él me llamaba ayer y ha dicho que un mes no existes sobre las ocupaciones. Así que me gustaría saber lo que estás haciendo tan importantes, que dejó de asistir a la universidad en el último año, cuando no está muy lejos de los exámenes finales.
Voz de Antonella estaba en calma, pero ella sentía que su Nico moderna de nuevo, que acaba de estallar.
- Yo no te puedo decir - la respuesta era simple.
- ¿Por qué?
- Mamá, esto no es un secreto militar. Pero para mí es muy importante para mí.
- Para ti ahora es importante para pasar los exámenes y obtener un título - la voz de Antonella rompió en un grito. Emociones abrumado ella y de sus ojos se llenaron de lágrimas. - Yo soy una mala madre - dijo entre lágrimas.
Nico la abrazó. La última vez que vi a mi madre llorando después de su salida de la mansión de Cornejo Mejia. Y ahora ella está llorando otra vez. Corazón se hundió. No sabía qué hacer, cómo consolar a Antonella.
- ¿Qué eres, mamá. Tú eres la mejor del mundo.
- Realmente lo ruego, no, ¿qué se dedican, continuó sus estudios en la universidad.
- Te prometo, mamá - y esto era cierto.

Комментариев нет:

Отправить комментарий