четверг, 29 марта 2012 г.

EL CAPÍTULO 79

Antonella entró en la oficina y se dirigió inmediatamente a la computadora. Ella estaba esperando un contrato de los clientes con sus términos de la transacción. Encontrar un contrato en el correo, inmediatamente ha empezado a leerlo. Los elementos agregados la han convenido. Apretó el botón del selector.
- Va a mí.
Un minuto más tarde llegó la secretaria en el despacho.
- Clara - Antonella ha pasado inmediatamente al caso - que el acuerdo entró de "Tornado". Te lo voy a transmitir por correo. Imprimi y me trae a firmar.
- Muy bien, señora.
Antonella se reclinó en su silla y suspiró facil.
- Hoy un día ha empezado bien. Espero que ninguno de los cretinos no vamos a echarlo a perder.
El secretario sonrió.
Ha tocado a la puerta. Las mujeres se convierten en el grifo. Nicolás estaba en la puerta. Antonella estara triste inmediatamente.
- Significa, estropearán sin embargo, - ha musitado. – Eres libre, Clara. ¿Que te necesita? – Ha preguntado Antonella, tan pronto como la secretaria ha salido.
- Sí aquí, ha pasado conocer, qué tal estás, - Nicolas se ha acercado a la mesa y, habiendo puesto las manos en los bolsillos, miraba de arriba abajo la ex esposa.
- Como puede ver, está bien. Y sería aún mejor si no te había visto.
- ¿Por qué esa actitud? - Nicolás, con los codos sobre el mostrador. Recuerdo que hace poco te retorcías en mis abrazos y ardía de mis besos. Y si no me equivoco, te gustaba.
- Te equivocas, - se ha fruncido.
- ¿Acaso? – Él ha dado una vuelta alrededor de la mesa y la ha agarrado por el codo. Antonella saltó bruscamente. Se miraron el uno al otro con enojo. Y luego, Nicolás besó. Ella ha sentido, cómo rudamente sus labios se clavan en su boca, y sus manos la abrazan.Ella trató de alejarlo, pero él la abrazó aún más. Finalmente, él se apartó.
- Bueno, ¿qué dices ahora? - Nicolás respiraba con dificultad.
- Diré que eres aborrecible. La boa y aquel besa más fuerte, - ha tratado de liberarse de nuevo. Afloja, me duele.
- ¿Estás herido? - Él lo negó - ¿Sabes cómo me duele cuando me desperté por la mañana, y tú no? - Nicolas se detuvo y soltó sus manos. - Como todo simplemente, Antonella, - dijo con amargura. - Has llegado, has recibido lo que querías y se has ido.
- No uso a las personas, como el papel higiénico, - ha respondido Antonella.
- ¿Mientras que los usas, Antonella? ¿Cómo me usabas?
- Eres un idioto! - sin haberse contenido, ha gritado. - ¿Qué tipo de pensamientos locos vienen a la mente? Si tus cerebros se han atascado, sácalos y da un limpión al cepillo como es debido.
- Siempre eras dicharachera, pero hoy este número no pasará.Voy a conseguir eso, a que vino.
Antonella se encogió.
- ¿De qué eres?
- Reconoces y sientes en ti mismo, ¿qué hace un uso persona y luego se desechan - y Nicolás nuevamente arremetió contra ella. Antonella luchado, pero él la tenía en mis brazos y la besó y la besó en todo lo que caía en sus manos: el cuello, mejillas, nariz, labios.
De repente, alguien le agarró fuertemente en el hombro.
- Bueno, la dejó ir!
Nicolas se detuvo. Después de despedir a Antonella, rápidamente se dio la vuelta y giró y golpeó en la mandíbula Martín. Entabló una lucha. Antonella se encogió contra la pared, mirando. Ella no trató de intervenir, pero temblaba a veces.
Los hombres lucharon desesperadamente. Se agarró los pechos de y la arrastró por la habitación. Nicolás trató de lanzar a un oponente, pero Martin fue más rápido. Se enmarca al carro, y Nicolás cayó con estrépito al suelo. Martin se sentó sobre ella svehu y se retorcía las manos. Nicolás se sacudió.
- ¡Suéltame!
Martín lo liberó y le tendió la mano para ayudar, pero Nicolás se levantó a sí mismo.
- Bueno, ¡por fin! - Con una exhalación fuerte, dijo Antonella. - Ahora, salir de aquí. Las dos cosas!
- Pero, mi amor ... - dijo Martin.
- Me dijo que tanto. De lo contrario, voy a llamar a la policía. Y entonces un senador y un arquitecto en jefe será unos días en la cárcel, un par de miles de dólares en multas y una excelente publicidad de sus actividades.
Los hombres hostiles se miraron entre sí, y luego a Antonelli.
- ¿Y bien? - Ella tomó el teléfono.
Nicholas se volvió y caminó hacia la puerta, le siguió fuera de la oficina, Martín.
Cuando la puerta se cerró, Antonella silencio se hundió en una silla y miró a su alrededor. Todo alrededor era un desastre. ¿Qué puedo decir, la mitad de la oficina fue demolida, simplemente.
- Los empollones! - Ella siseó. - ¿Cómo me molesta ! Clara! - Antonella pulsado el botón del selector, y llamó a su secretario, - envias la escobadera en mi despacho.

"No, ya no puede continuar", - pensó Antonella en el camino a casa. - "Algo hay que abordar. Pero, ¿qué ". Ella no lo sabía. Más bien, lo sabía, pero no entendía cómo todos realizar sin mucho daño a sí mismo. Nicolás se pondrá furioso al enterarse de que le robaron. Por supuesto, esta es la única manera de detener el chantaje de Mary-Ines - aquí Paula tiene toda la razón. Pero, ¿qué pasa con el resto? Honestamente, se casó con Martin no le quería. Y no porque su vida se ha vuelto a ciento ochenta grados, y por eso que ha comprendido de repente que no puede encontrar el lugar a el. "Estas cansada simplemente" - se consolaba. - "Te necesita descansar". Eso es correcto.Es necesario tomar a los niños y mover donde sea, a Europa, por ejemplo. Antonella hasta ha presentado, como con Lucrecia y Nicolas menor pasean por calles de Madrid o examinan los cuadros en el museo "Prado". Sí, exactamente. Y allí, en esta mesura, el silencio y la tranquilidad ella tendrá un tiempo de pensar y comprender con la vida. Probablemente, y el lugar para Martin se encontrará, y bajo que salsa el tributo a Nikolas la noticia sobre el robo, inventará. ¡Así, es decidido! ¡La familia Piovano va a España! Sobre la alma en seguida se hacía más fácil. Antonella hasta ha sonreído involuntariamente. Habiendo llegado hasta el cruce, ha doblado a la derecha y ha ido al hospital a la hija. Tal vez, es hora de darla de alta.

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