вторник, 14 февраля 2012 г.

EL CAPÍTULO 71


- Carlo! - Exclamó Sylvia, cerrando la puerta de la oficina de Nicolás. - ¿Qué estás haciendo aquí?
Carlo sonrió débilmente.
- Fui a ver si hay algo para mí - dijo.
- Vamos a ver. Parece que algo - ella fue a la mesa del anotador y tomó una pila de sobres. - Aquí.
Carlo tomó el sobre y miró en la dirección. Como siempre, nada raro. Volvió a mirar a la chica.
- ¿Y dónde es Sylvia? - Le preguntó.
Claudia se encogió de hombros.
- Nadie lo sabe. Ayer se fue a trabajar, y hoy en día, también. Su teléfono está en silencio.
- Es extraño.
- Es muy extraño - estuvo de acuerdo. - Tal vez enfermo. Pero entonces, ¿por qué no responder?
- Yo podría ir a su casa. Sólo que ahora no sé la dirección.
- Su domicilio se encuentra en el departamento de personal. Voy a conseguir.
Carlo asintió con la cabeza. Esperó hasta que Claudia sale de la sala de espera. La ausencia de la secretaria no está particularmente preocupado por eso. Mucho más importante fue el que estaba detrás de la puerta de la oficina. Casi se acercó a ella cuando se abrió, y apareció en el borde de Nicholas. Carlo se quedó estupefacto. Resultados por un momento sus ojos se encontraron. Carlo sentía el sudor de las axilas, y absorbido por el estómago. Nicholas miró delante de él pelirrojo Correo, y en su mente había una idea extraña, como si viera algo que es dolorosamente familiar. "Lo que una ilusión?"
- ¿Y dónde está esa chica? -, Dijo Nicholas. - Claudia parece ser su nombre.
- Va a ser, mi señor presidente. - Carlo trató de calmar la excitación. No es todos los días que es tan fácil, que puede encontrar con su propio padre.
- Bueno, - Nicolás asintió con la cabeza. - Y usted, si no recuerdo mal, Carl?
- Sí, señor presidente. Yo trabajo para usted por correo. Solo fuimos a recoger el correo.
- Muy bien. Bueno, entonces, vamos - el hombre señaló a la puerta - hacer su trabajo.
- Sí, señor, - vaciló Carlo. Se tambaleó hasta la puerta, mirando a Nicholas.
Una vez en el pasillo, un joven se apoyó contra la pared y suspiró. ¿Cuánta energía se necesita para que algo se tenga en la mano. ¡Con qué placer sería que ahora regresó y golpeó en la cara de padre sin escrúpulos es. Y luego se dio a sí mismo. "No me gusta! Usted robó mis sueños, y ahora que usted ha escogido y su madre. Te odio, padre! "

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