суббота, 24 декабря 2011 г.

EL CAPÍTULO 63.


Nicolás se fue a la casa y se sirvió whisky a él la porción considerable. Drenaje de un vaso de un trago, se sirvió una y otra vez a beber.
- Espero que todo está bien con la chica? - Le preguntó Mary-Inés que ha oído, cómo llegó y entró en la habitación.
- Dado que todo está bien, - murmuró Nicolás.
- No esperar de Antonella - sacudió la muchacha. - Se ve como un ángel en la carne, sino como cavarás más ....
- ¡Cállate! - Interrumpió bruscamente Nicolás a su. - ¡Cállate, idiota! Y no te atrevas a hablar de Antonella en un tono. Y nunca, en general, habló conmigo. Entender?
- Comprendí - Mary-Inés se encogió de hombros. - ¿De que gritar así?
Bebió un vaso de terceros.
- ¿Has decidido inundar la pena del whisky? - Ella volvió a preguntar.
- No es asunto tuyo - le espetó.
- ¿Qué le parece - dijo con resentimiento. - Yo soy duermo.
No había oído que se había ido. No escuchó nada más. Ante los ojos era una escena en la que Antonella llegó a pedir ayuda, y luego la cámara en el hospital, donde su hija estaba mintiendo. Miró a su copa, bebió el último sorbo, y con todas sus fuerzas la arrojó en el suelo. El vaso se ha estrellado en mil pedazos, habiendo dispersado la multitud de trozos. Tantos años de mentir, y ella, ella le reprocha su engaño. ¿Y si lo hizo? No sólo eso Antonella no le dejaban ver a su hijo, tan quieta y oculta a su hija. ¿Cómo se llama? Esto se llama traición a la patria. Sí, eso es traición a la patria. Se aferró a la cabeza, porque lo que ocurrió allí no encajaba. Fue aplastado.

- ¡Excelente! - Dijo Ignacio Dalgo cuando al día siguiente Mary-Inés le llamó y ha contado sobre lo que pasó. - Ahora le toca a ti. No se pierda esta vez, ¿me oyes?
- Voy a hacer todo de la mejor forma, - se le aseguró de Mary-Inés. - Nicolás será el mío!

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